Descripción: Piso situado en la zona marítima de Santoña. Se trata de un edificio antiguo y el propietario del último piso quiere mejorar el aislamiento térmico, ya que el piso es bastante frío y le cuesta mucho tiempo y dinero calentarlo, al tratarse del último piso y de carecer de cualquier tipo de aislamiento.
Nos encontramos la siguiente situación de partida: Vivienda con un techo de escayola que está debajo del tejado, formando un gran hueco entre el techo de la vivienda y el tejado. El aire caliente generado por la calefacción en el piso del propietario, tiende a subir y como no existe ningún tipo de aislamiento y la transmitancia de calor de la escayola es alta, se traduce en que el calor se escapa al hueco bajo el techo.
Tras acceder al techo a través de una trampilla existente, se comprueba que no existe aislamiento alguno, simplemente las placas de escayola ancladas a las viguetillas de madera, y un gran hueco de más de 2 m en la cima del tejado. Procedemos a soplar lana de roca en dicho espacio.
La colocación de aislamiento de lana de roca se realiza mediante soplado sobre el techo de la vivienda de nuestro cliente con un espesor medio de 25cm. Para movernos por el techo empleamos tablones apoyados en las viguetillas, por lo que en ningún momento se daña la escayola. Para finalizar se coloca una malla sobre toda la lana de roca, anclada mecánicamente a las viguetillas de madera
Producto: propiedades ignifugas Euroclase A1, incombustible, no hidrófilo ni higroscópico, permeable al vapor de agua, químicamente inerte. Conductividad térmica 0.04 W/(m*K) valor lambda (densidad 35kg/m3).
La mejoría del confort es espectacular, lo siguiente será actuar sobre las paredes y ventanas.